Ni Lionel Messi, ni Sergio Agüero, ni Lautaro Martínez. No. Ninguno de ellos. El argentino que más goles convirtió en 2020 no juega en Europa. No. Quien más se abrazó al gol este año vive una aventura en el modesto fútbol centroamericano, y tuvo que lucharla. Su nombre es Ramiro Iván Rocca. Pudo debutar en Primera, pero no sé le dio: “Por estar en plena boludez a los 18 años”, le cuenta a LA NACION con algo de soltura, por teléfono, desde Guatemala. Pensó en dejar de jugar, pero el fútbol, el deporte que este santafesino de 32 años tanto ama, le dio una revancha y, por ser uno de los goleadores destacados del año, la FIFA se fijó en él. “Ojalá me lleven con Messi y Cristiano Ronaldo allá a Suiza a entregarme un premio”, se ríe y sueña, como también imagina la posibilidad de poder vestir la camiseta de algún equipo en la Primera División de Argentina.
Cada vez que se habla de máximos goleadores argentinos, todas las miradas se dirigen hacia el Viejo Continente, donde están todas las estrellas. Pero en esta oportunidad, quien tuvo el honor de hacerse dueño de ese premio tan valorado y ser destacado por FIFA es Rocca. Es oriundo de Hughes, un pueblo ubicado al sur de la provincia de Santa Fe que cuenta con 5.000 habitantes: “El mismo pueblo que Nacho Scocco”, remarca. En el presente, este atacante viste los colores del Club Social y Deportivo Municipal, de Guatemala. Atiende el teléfono y con mucha humildad, agradece el llamado de LA NACION. Del otro lado se lo advierte feliz por la mención de la máxima institución que tiene el fútbol en el mundo: “Lo tomé sorprendido, con calma, todavía no caigo, no puedo creer la repercusión que tuvo también allá en el país”, describe sus sensaciones el futbolista.
Desde su llegada a Municipal, uno de los clubes grandes de la Liga Nacional de Fútbol de Guatemala, Ramiro festejó 26 goles en 27 partidos: “Llegué al equipo en enero de este año con el Torneo Clausura ya en juego y ahí hice cuatro goles en 10 partidos. Después se cortó el torneo por la pandemia y al regreso empecé a hacer todos los goles”. Su explosión se dio en la reanudación del fútbol: “En el Torneo Apertura metí 21 en 16 partidos”. Y agrega: “Ah, también hice uno en el partido por la Concacaf, que no sé sí la FIFA lo cuenta”. Entre todas sus conquistas fue autor de “dos hat-trick y dos poker”, aclara. Pero menciona un gol especial: “El que le metí a Iztapa, que se lo dediqué al Diego. Ese día ganamos 6 a 0, metí cuatro y el primero, que le pegué de afuera, fue un golazo. Encima fue en el minuto 10, todo redondo”, detalla Rocca, que se considera maradoniano.
Solo en 2020, Robert Lewandowski convirtió 40 goles en 36 partido oficiales. Por su parte, Cristiano Ronaldo alcanzó los 41 tantos en 38 encuentros oficiales. Mientras que Lionel Messi, festejó en 26 goles en 44 partidos jugados.
Pero para llegar a estos días en los que FIFA lo reconoce junto a otros cuatro máximos artilleros del fútbol mundial donde también figuran Cristiano Ronaldo y Robert Lewandowski, Ramiro tuvo una carrera repleta de altibajos y de obstáculos. Él se describe como un luchador que la viene peleando desde abajo. El inicio de su prolongada carrera comenzó en Hughes Foot Ball Club, un equipo de su pueblo natal. A los 16, sus condiciones le permitieron desembarcar a las divisiones inferiores de Newell’s, donde estuvo dos años: “Al principio me costó la adaptación, como todo pibe de pueblo chico, después cuando le encontré el gustito a la ciudad, empecé con los problemas del pibe de 18 años que está en la boludez y por eso me dejaron libre”, cuenta, con algo de humor y sin sentirse arrepentido.
Poker de goles y dedicatoria a Diego Maradona
La posibilidad de abandonar el fútbol le dio vueltas por su cabeza, pero él mismo no lo permitió. Gracias a eso tuvo su paso por el ascenso argentino: Sportivo Rivadavia, de Venado Tuerto, Puerto San Martín, de General San Martín y Central Córdoba, de Rosario, fueron algunos clubes por los que deambuló. “El ascenso es medio complicado, estás siempre debiendo guita y no llegas a fin de mes, por eso decidí estar más tranquilo y salió lo de irme a El Salvador, donde me pagaban mejor que en las ligas de los pueblos”.
Arribó a Chalatengo, a sus 27 años. Luego le tocó el turno de mudarse a Guatemala donde tuvo un paso por Iztapa antes de llegar a Municipal, donde hoy vive días felices. Más allá de sus 32 años y aunque es conciente de la complejidad, se permite soñar: “Lo veo lejano, pero daría cualquier cosa por cumplir el sueño de mi vida de jugar en la Primera División del futbol argentino”. Además, afirma: “Soy hincha de River, pero me gustaría jugar en cualquier equipo, en el que sea”.
Con los cambios a nivel mundial que la pandemia generó durante este 2020, Rocca no tendrá la posibilidad de volver al país, como lo hace cada seis meses: “Acá estoy solo, vuelvo a Argentina dos veces al año durante 20 días que tengo vacaciones, y mientras estoy acá siempre vienen mis familiares, o amigos. Lamentablemente, este año las fiestas me tocan pasarlas acá porque el torneo continúa, pero ya está, es lo que toca”.
Los otros goleadores destacados por la FIFA
Si bien los más eficaces fueron Cristiano Ronaldo y Robert Lewandowski, Rocca se suma al cubano Marcel Hernández, del Cartaginés de Costa Rica, que anotó 31 goles en 40 partidos; el keniata Michael Olunga, del Kashiwa Reysol, de Japón, que en 32 juegos anotó 28 tantos; el danés Kasper Junker, del Fotballklubben Bodo/Glimtde de Noruega, que convirtió 27 en 25, y también el estonio Rauno Sappinen, del Flora Tallinn, de su país, que gritó 26 tantos en 28 encuentros.
Fuente: La Nación