Un empate bien chévere

La excursión de Rosario Central por San Cristóbal tuvo un saldo positivo. Si, leyó bien querido amigo, fue muy positivo. Si bien es cierto que se escurrió el triunfo en la última jugada, el empate en dos ante Deportivo Táchira dejó la serie en situación favorable. Los argumentos para afirmarlo son varios y los detallo a continuación.

1) Lo que ocurrió en el desarrollo del partido: en el balance general, fue parejo y discreto, el empate es lógico y justo. Central tuvo buenas intenciones en el arranque con la idea de realizar una presión en campo rival e intentar cortar los circuitos de Táchira. Nunca fue superado por el rival. Falló muchísimo en el juego aéreo en zona defensiva, falencia que sucedió también en otros momentos de la era Kily. No se trata solo de ensayarlo más sino de estar atentos y concentrados cuando se dan esas situaciones.

2) Muchos futbolistas que siguen en buen nivel: ellos son, el juvenil Luciano Ferreyra, que además metió su primer gol. Ema Ojeda, sobre todo en el primer tiempo. Lauti Blanco que siempre cumple en defensa y aporta en ataque. El “gato” Ávila con su solidez y solvencia en el fondo y Alan Marinelli que ingresó en el tramo final y volvió a desequilibrar con su velocidad generándose la jugada del segundo gol, nos da esperanzas de que, con algo mas de rodaje competitivo, se pueda volver a ver el Central que fue hace dos meses.

3) Lo sucedido en la previa con la baja de los referentes y titulares: esto se sintió sin dudas. Las ausencias de Broun y Vecchio se notaron y mucho, ya que aportan experiencia e influyen positivamente en todo aspecto. “Fatu” fue reemplazado muy bien por el chico Juan Pablo Romero, que hizo su debut en el plano internacional. Su actuación tuvo más positivas que negativas, con intervenciones claves. Erra en el cálculo en el primer gol de ellos. En cambio Lo Celso, no tuvo su mejor noche y lejos estuvo de ser el conductor que solemos ver en Emiliano. Aportó poco en ataque y le costó asociarse con los delanteros. No aprovechó su chance como titular. Otro de los habituales titulares que no estuvo fue Damián Martínez, que al estar suspendido, fue reemplazado por Torrent. Esa variante, hizo que el equipo pierda sorpresa en ofensiva ya que Martínez, con su despliegue físico, colabora en la zona derecha con Zabala, haciendo desdobles y llegando al área rival. Para colmo, Torrent realizó mal los cierres en ambos goles del equipo venezolano.

4) Por ser la primera presentación oficial después de un mes y medio: el receso en el fútbol argentino como también en las competencias continentales, le quitaron el ritmo de competencia que el equipo venía teniendo y el funcionamiento colectivo que se había logrado. Eso se notó mucho en las numerosas imprecisiones que vimos, sumado a que el terreno de juego no estaba en las mejores condiciones. En contrapunto, Táchira no tuvo parate y venía en competencia.

5) Por ser visitantes y convertir dos goles: en este tipo de formatos y con el aval del reglamento que valora los goles en condición de visitante en caso de terminar la serie igualada, conseguir un empate fuera de casa es auspicioso, pensando en la revancha que será en el Gigante.

Habiendo desarrollado estos puntos, nos queda un panorama bastante optimista pensando en continuar este camino copero que nos llena de ilusión. La próxima cita será el jueves que viene en Génova y Avellaneda y ahí estaremos haciendo el aguante a nuestro querido Rosario Central.