Aún están verdes

En la tarde noche de Junín, Rosario Central cosechó su tercera derrota al hilo ante Sarmiento. Fue 1 a 0 para los dirigidos por Sciacqua en un partido mediocre. El equipo alternativo que plantó en cancha el Kily, no pudo ni supo doblegar a los locales.

La previa indicaba que sería un duelo de necesitados por el tránsito que ambos clubes venían teniendo en el actual torneo. Sin embargo, Sarmiento era el que mayor obligaciones tenía por ser local y por enfrentarse a un rival con futbolistas que habitualmente son suplentes acompañados por muchos juveniles. Finalmente, supo capitalizar todo eso y se llevó el triunfo.

El primer tiempo fue parejo, la iniciativa fue del local pero sin poder concretar lo poco que generó: falló en la zona de gol. Central hacía lo que podía y daba la impresión de que lo padecía. Sin embargo, llegaron al descanso sin sacarse demasiadas ventajas.

En la segunda etapa, los de Junín encontraron el gol a los 11 minutos en los pies de Graciani y la cuestión se ponía más compleja de lo que ya era para el kily y los pibes. El trámite siguió su chato andar y los cambios que hizo el DT canalla solo sirvieron para que debuten en la categoría mayor algunos jóvenes que evidenciaron entusiasmo pero claramente, aún les falta madurar.

El balance es negativo por donde se lo mire, ya que se siguen perdiendo puntos ante rivales de baja jerarquía y en el corto plazo, el promedio tocará la puerta si el equipo no empieza a sumar. A su vez, esta rotación a la que se ve obligado a realizar el Kily, expresa con claridad que no hay un recambio parejo ya que hay una brecha enorme entre los futbolistas que son considerados titulares y los que asoman como alternativa.

Insisto con esta frase: A los pibes, paciencia y a los dirigentes, exigencia.