Futuro incierto

El mundo Central vive días intensos ya que se acerca el final de la temporada y hay más dudas que certezas en todo lo que tiene que ver con el fútbol profesional masculino.

Ya hemos analizado el ciclo del Kily González al frente del plantel superior y la conclusión es que fue muy irregular. Promover muchos juveniles era la premisa del proyecto y se hizo, pero los resultados no fueron los esperados.

Sin dudas que a muchos de ellos les falta un tiempo lógico de maduración, adaptación y sobre todo, confianza para afianzarse en la primera de un club tan exigente como Central.

El mismo Kily, luego de las últimas dos derrotas preocupantes ante Unión y Defensa, fue el que dijo: “estoy más fuerte que nunca para seguir y esto es lo que tenemos”, en referencia al plantel.

Su contrato finaliza el 31 de diciembre pero la comisión directiva está dividida en cuanto a las opiniones sobre la continuidad del Kily y su cuerpo técnico. Las partes no se juntaron a conversar y todo quedó supeditado a ver qué sucede en estas últimas fechas y si se logra o no la clasificación a la Sudamericana 2022.

El próximo partido ante Atlético Tucumán en el Gigante será, sin dudas, un gran parámetro para todos los actores y seguramente, la voz de los hinchas será determinante en la decisión final que se tome.

Mientras tanto, aprovechando el parate del fútbol local, el plantel tendrá dos semanas de entrenamientos con el objetivo de reacondicionar a aquellos futbolistas que venían padeciendo lesiones y, sobre todo, mejorar la producción de juego en lo colectivo tratando de corregir los errores repetidos en el sector defensivo.

Muchas urgencias y demasiadas improvisaciones llevaron a tensar la cuerda al máximo y ya no hay margen de error.