El Gringo volvió a su casa. Tras muchísimas idas y vueltas, varios nombres, y un gran blindaje por parte del club, la Lepra anunció a uno de sus más grandes ídolos de los últimos tiempos, Gabriel Heinze.
Con un largo tiempo para pensar, armar y rearmar el equipo, Heinze se hará cargo del primer equipo, pero al parecer, habría pedido también tener total control sobre la reserva y el armado del plantel.
Varios nombres en carpeta y que ya están sonando. Uno de ellos es Ricardo Centurión, quien en septiembre había declarado que con el Gringo tuvo su mejor momento; también otros nombres como el de Bernardi, actual jugador de Colón. Lo cierto es que comenzará a trabajar junto a Heinze como nexo, una especie de mánager, Horacio García.
Una de las prioridades. Heinze habría pedido que una de las primeras cuestiones a gestionar sería la continuidad de Lautaro Morales, cuyo pase pertenece a Lanús, y debería regresar al Grana. Será difícil, pero Newell’s hará el intento.
Por otro lado, habrá que ver qué jugadores siguen, y cuáles no: por lo pronto, dos a los que Gabriel Heinze le gustaría que se queden son Juani Sforza y Ramiro Sordo.
La Lepra cerró el año. Un empate en la última fecha, convirtiéndose en uno de los equipos que mejor rendimiento tuvo de visitante, clasificó a Sudamericana -quedando al borde de la Libertadores- y se alejó aún más de los promedios. Un buen año deportivo, que cierra aún mejor, con la llegada de -en mi opinión- uno de los mejores técnicos -al menos de los que más ilusiona- desde la vuelta de Martino.