Ya no hay demasiadas palabras para analizar este paupérrimo presente deportivo que atraviesa Rosario Central.
Hoy, en Mar del Plata, debía dar una muestra de carácter y lograr un triunfo para tener alguna remota chance de meterse entre los cuatro clasificados de la zona y nuevamente, sucumbió ante Aldosivi.
Cayó por 1 a 0 con gol de penal de Cauteruccio y ni en semana santa pudo resucitar. En esta fecha especial y particular, tenía que comerse al pescado y fue a la inversa, se lo terminó comiendo el tiburón.
La sensación es que cualquier rival, por más limitaciones que tenga, le gana a este equipo de Central que ante la adversidad del resultado, no reacciona.
Los responsables directos de todo esto, son los integrantes de la comisión directiva, la secretaría técnica encabezada por Raúl Gordillo y el Kily González. Este último, ya dejó su cargo. Deberían imitarlo las otras dos partes involucradas para que el problema no se agrave aún más. Hay tiempo de corregir el rumbo, pero se necesita cirugía mayor.
Acá, podés ver el resumen de una nueva derrota canalla.