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Kily vamos a hacer

Luego de seis años, Central fue derrotado en una nueva edición del clásico rosarino. La gente fue lo más destacado. Fin de un ciclo.

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La famosa frase “si querés que las cosas cambien, no hagas siempre lo mismo” parece no haberla aprendido el ahora ex DT de Rosario Central, Cristian Alberto González.

No sólo que siguió en la suya como si la cosa iría de maravillas, sino que también repitió formaciones con futbolistas que están en muy bajo nivel y jamás corrigió errores que se arrastraron durante todo el ciclo. Verdaderamente inentendible.

En el curso de los partidos, no tomaba dimensión de lo que ocurría. Con una excesiva tardanza en realizar variantes, no logró nunca tener una fina interpretación de cuáles eran los movimientos que debía hacer para intentar cambiar la historia.

Daba la sensación de que los cambios eran a la “bartola” y si le salían bien, mejor. El tema es que nada le estuvo saliendo de buena manera últimamente y hoy, no solo hipotecó el clásico sino que, de yapa, le costó el puesto. De todos modos, si obtenía otro resultado también debía dejar el cargo porque el ciclo estaba cumplido hace tiempo.

Otra vez, el equipo lució desgastado mental y físicamente. Ante la adversidad, se desplomó y le costó muchísimo ir en busca de revertir el resultado. Lautaro Blanco fue uno de los pocos que salvó la ropa y sube al primer puesto del podio. El resto, ni cerca.

Newell’s, se llevó el triunfo porque aprovechó una de las pocas ocasiones que tuvo para desnivelar y luego, la supo mantener defendiendo muy bien. Central no supo encontrar el famoso camino del que tanto hablaba el Kily.

En ocasiones, recibir un golpe de este tipo, hace que se enciendan alarmas y se intente corregir el rumbo a tiempo. De todos modos, el Kily no es único responsable del estado en que se encuentra la institución, en todo caso, al él le compete lo deportivo, pero son muchos más los que deberían dejar sus funciones por tener un muy mal desempeño.

Acá, podés ver el resumen del segundo clásico que Rosario Central pierde sobre los últimos 17 disputados.

Párrafo aparte, para los hinchas. Esos que siempre estamos presente y a la altura de las circunstancias bancando la que venga por amor genuino al club. La parte que a nosotros nos tocó, la hicimos a la perfección. No solo por el espectacular recibimiento al equipo sino también, por la madurez con la que se afrontó la derrota. Más no se nos puede pedir. Llegó la hora de que seamos nosotros quienes exijamos para que aquellos que administran la institución, dejen las mezquindades, los egos, los intereses particulares y piensen en el bien común.

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