El 19 de Diciembre de 1971 es, sin dudas, uno de los días clave dentro de la gran historia deportiva que posee Rosario Central.
La palomita de Aldo Pedro Poy fue el inicio de un camino lleno de gloria para la institución auriazul y hoy se están cumpliendo 50 años de este trascendental hecho que se convirtió en el gol más festejado de mundo.
Lo que generó todo esto, traspasó las fronteras argentinas y países como Cuba, Estados Unidos, Uruguay, España, Chile, entre otros, fueron testigos de semejante celebración.
RESEÑA HISTÓRICA
Canallas y leprosos se enfrentaban por primera vez en una semifinal para definir un campeonato nacional en la era profesional. Por el formato de aquellos torneos, el partido se jugó en cancha de River, con lo cual, tuvo un contexto particular ya que los hinchas debían trasladarse desde Rosario hasta Capital Federal en gran número compartiendo rutas y diferentes medios de transporte.
Ambos equipos habían sido protagonistas en esa temporada y, el mismo Aldo Pedro Poy, dijo: “En aquel entonces, ellos tenían muy buen trato de pelota y nosotros éramos más aguerridos, pero siempre, ganaba Central”.
Ya nada fue igual luego de aquel vuelo inmortal y eterno de Aldo, ya que 72 horas después, Central le ganó la final a San Lorenzo por 2 a 1 con goles de Gramajo y Colman en cancha de Newell’s logrando el primer título de un club del interior del país y así romper con la hegemonía que tenían los clubes de Buenos Aires en esa época.
FORMACIONES
Rosario Central (1): Norberto Menutti, Jorge José González, José Aurelio Pascuttini, Alberto Fanesi, Mario Killer; Carlos Aimar, Ángel Landucci, Carlos Colman, Aldo Pedro Poy; Ramón César Bóveda y Antonio Gramajo. DT: Ángel Labruna.
Newells (0): Carlos Fenoy, Víctor Jara, Armando Garrido, Ricardo De Rienzo; Juan Carlos Montes, José Demetrio Solorzano, Santiago Santamaría, Ángel Silva; Alfredo Obberti, Mario Zanabria, Mario Mendoza. DT: Pedro Dellacha.
Cuentos que mezclan realidad con ficción, canciones, poesías, poemas, artículos, máscaras, billetes y mucho más han sido inspirados en esa palomita que, medio siglo después, sigue volando.
