Rosario Central tenía que ganarle a Racing sí o sí para mantener intacta su posibilidad de ingresar a la Copa Sudamericana y lo hizo con justicia.
En un vibrante partido jugado anoche en el Gigante de Arroyito, el equipo del Kily González consiguió un triunfazo que vale mucho más que tres puntos.
Tras un primer tiempo parejo en el trámite, en el cual se notaron con claridad las disposiciones tácticas planteadas por los entrenadores no se sacaron ventajas. Con Vecchio algo errático, los canallas tuvieron que utilizar como recurso el remate de media distancia, donde Lo Celso tuvo sus oportunidades, mientras que Racing generó las chances de gol más claras topándose con la enorme figura de Jorge Broun.
En el complemento, la cuestión fue muy similar hasta que llegó el quiebre del partido con un golazo del pibe Gino Infantino, que se fabricó la jugada y remató desde afuera del área para clavarla en el ángulo del arco defendido por Arias.
Minutos más tarde, el equipo de Gago armó una jugada de contra conducida por caramelo Martínez que agarró mal parada a la defensa canalla y tras un centro, Enzo Copetti cabecea en soledad para vencer a Broun y marcar la igualdad transitoria.
Con el partido abierto, se esperaba que suceda algo más y por suerte, apareció el tremendo goleador Marco Ruben que recepcionó un centro de Blanco, le ganó a su marcador y de cabeza convirtió el gol del triunfo llegando a los 93 gritos con la camiseta auriazul.
El dato curioso fue que en la jugada anterior, luego de disputar la pelota con un rival, Marco Ruben desde el piso miró al banco para solicitar el cambio y mientras se preparaba Martínez Dupuy, llega la jugada en la que él participa y termina en festejo y delirio de los hinchas canallas.
El final fue con mucho suspenso ya que el árbitro Darío Herrera, en una apresurada decisión, expulsó a Gastón Ávila y Racing fue con todo en busca del empate, pero nuevamente Jorge Broun sostuvo la victoria convirtiéndose en la figura de la noche.
El camino a la clasificación copera continúa y el Kily deberá trabajar mucho en el aspecto defensivo para corregir errores que le cuestan carísimos.
