Embocados

La excursión de Rosario Central a Liniers para enfrentar a Boca fue negativa en el resultado, ya que la derrota por dos goles contra uno hizo que el equipo del Kily González se venga con las manos vacías de la Capital.

Pero teniendo en cuenta el adversario de turno, hay varias cosas que podríamos tomar como positivas. Una de ellas es que el equipo mostró cierto orden, una gran actitud similar al partido ante Vélez y, por momentos, jugó mejor que el rival en un encuentro que fue muy parejo y los detalles marcaron la diferencia a favor del local.

Otro aspecto a destacar es el recambio, ya que en la temporada anterior el DT no contaba con muchas variantes en el banco de suplentes. Los juveniles que ingresaron sumado a la presentación de Marcelo Benítez, invitan a pensar en un rotundo cambio de imagen de acá en adelante. Además, Luca Martínez Dupuy demostró que es un goleador nato: la única que tocó, la mandó a guardar y eso que tuvo escasos minutos en cancha.

Los referentes no lucieron, tuvieron pocas intervenciones y las ventajas otorgadas fueron aprovechadas por el equipo de Battaglia. Un penal desperdiciado y los recurrentes errores en la pelota parada en contra, fueron claves y causales de la derrota.

A dar vuelta la página y pensar en el próximo partido del día sábado ante Godoy Cruz en el Gigante con el apoyo incondicional de los hinchas.